Hagamos un ejercicio: viajemos con la memoria a los primeros días de cuarentena, cuando la sorpresa -que por definición irrumpe y permanece un instante apenas- daba sus primeros pasos entre noticias y medidas de confinamiento para decidir luego quedarse entre nosotros hasta hoy. Convivimos con ella, seguimos sin dar crédito al escenario que el Covid-19 nos trajo, mientras vamos adquiriendo hábitos de higiene y nuevas conductas para cuidar y cuidarnos.
Nuestros perros, con los que al comienzo disfrutamos del beneficio del tiempo en casa, pueden estar inquietos o empezar a sufrir estrés.
Notaron algún cambio evidente en su comportamiento? Puede ocurrir que surjan conductas nuevas como solicitar atención, juegos y comida de forma constante (el abanico es amplio), o bien se potencien algunas preexistentes como el hiperapego. Además, es posible que registren variaciones en su metabolismo y su apetito aumente o disminuya con la ansiedad. Es muy importante prestar especial atención a su alimentación y asegurarnos de contar con lo suficiente en nuestro hogar.
Con todo lo anterior, su sistema inmunológico puede verse afectado, disminuyendo sus defensas: no olvidemos tener sus vacunas y desparasitaciones al día para prevenir complicaciones.
Claramente no es sólo el tiempo que compartimos con ellos sino cómo lo disponemos para generar verdaderos encuentros de conexión. Y aquí, la Asociación Mundial Veterinaria de Animales Pequeños (Wsava, en sus siglas en inglés) brinda algunas recomendaciones:
- Procuremos mantenerlos activos y ocupados con actividades compartidas.
- Las caricias, siempre bienvenidas! Escuchar música de relajación juntos puede ayudar a bajar el estrés.
- Disponer de un lugar para ellos, donde se sientan cómodos y lo referencien con el descanso. Contemplemos que sus horarios de sueño y vigilia fueron alterados y ya no disponen de tiempo en solitario.
- Busquemos un tiempo de exclusividad para ellos.
Y siempre, mantengamos el diálogo al día con nuestro amigo veterinario! Él nos sabrá dar los mejores consejos.
