El Bulldog Francés es un perro con pocas habilidades acuáticas. Indio, como lo llama su familia, no es una excepción; sin embargo, le gusta jugar al borde de la pileta. Un día de verano, cuando el calor ya no era tan intenso, salió a correr por el jardín donde estaba reunida toda la familia. ¡Le encanta que los niños lo salpiquen! Corría de un lado a otro, ladrando, comunicándose expertamente con esos ojos en forma de uva. ¿Le gusta hacer travesuras? ¡Por supuesto que sí! Pronto, agarró los anteojos de uno de los más pequeños entre sus dientes, desafiando a todos a que intentaran recuperarlas. ¡Una misión imposible!
Esa tarde, después de destrozar los anteojos, se entretuvo jugando con las gotas que lo salpicaban desde dentro de la pileta. Aquí agua, allá agua. Cuando alguien salía de la pileta, Indio lo seguía, siempre caminando justo al borde, a paso rápido. En un abrir y cerrar de ojos, sus patas resbalaron y cayó directamente al agua. Descendió rápidamente, muy rápidamente, hasta el fondo de la pileta, sin mostrar ninguna reacción, sin intentar salir a flote, nada… Facundo, con quien Indio comparte su vida, no dudó en saltar al agua, con ropa, zapatillas y todo, para rescatarlo.
Por suerte, solo fue un susto. Indio se recuperó rápidamente, pero le tomó un buen tiempo antes de acercarse de nuevo a la pileta.
Sabemos que el Bulldog Francés no es una raza ágil cuando se trata de nadar, por lo tanto, debe estar acompañado para evitar eventos desafortunados. Además, es conveniente enjuagarlo con agua dulce después de haber estado en la pileta o en el mar para evitar posibles dermatitis.
¿Recuerdas alguna experiencia relacionada con la pileta y tu perro? Compártela con nosotros.